miércoles, 12 de abril de 2017

Época de abejorros



El aumento de la temperatura ha hecho que, en cuestión de días, las plantas hayan florecido y cientos de insectos se hayan activado. Este año se estan dejando ver y fotografiar especialmente bien los abejorros. En algunas zons se pueden ver por decenas, muy concentrados libando, tanto que casi puedes tocarlos sin que se den cuenta. Sé que los insectos no suelen ser muy apreciados, menos aún los venenosos, pero a ellos les debemos la polinización de gran parte de la vegetación.En la Península se han identificado hasta 40 especies distintas. Estas que os traigo aquí las fotografié en el Parque Nacional de Guadarrama y pertenecen a dos géneros distintos.



El primero es el género Bombus, los habitualmente llamados abejorro. Son reconocibles por su cuerpo robusto y piloso, con bandas amarillas o naranjas y por tener una canasta o corbícula en sus patas traseras para transportar el polen. Son especies sociales que forman colmenas de pequeño y mediano tamaño (normalmente entre 50 y 400 individuos). En primavera, tras la hibernación, sólo las reinas han sobrevivido y emergen en busca de néctar y polen. Una vez han recuperado sus reservas de energía buscan un agujero en el suelo (normalmente nidos abandonados de roedores), donde construyen ánforas para almacenar el alimento gracias a una glándula productora de cera que poseen en su abdomen. Almacenan el esperma de los machos desde el otoño anterior, y con éste fertilizan una primera puesta pequeña, que cuidan ellas mismas, y de la que nacen la primera generación de hembras obreras. A partir de ese momento serán estas las que se encarguen del cuidado de los huevos, recolección de alimento y ampliación del nido, limitándose la reina a la puesta de más huevos, de los que nacerán las siguientes generaciones de obreras. Estas son siempre hembras estériles gracia a las feromonas producidas por la reina, que bloquean el desarrollo de los ovarios. A finales de verano realizan una puesta de huevos no fertilizados (haploides), de la que nacerán los machos. También realiza una última puesta fertilizada que recibirá más alimento que el resto, y del que nacerán la siguiente generación de reinas, que serán fecundadas por los machos en otoño. Al acercarse la época fría las nuevas reinas abandonan el panal para buscar un sitio donde hibernar y el resto de individuos mueren, volviendo a iniciarse el ciclo.

*Curiosidad: el abejorro más habitual, el abejorro europeo (Bombus terrestris), se ha convertido en uno de los mejores aliados de la agricultura. Lleva a cabo una polinización por vibración, lo que permite la reproducción de plantas como el tomate o el guisante. Además su uso se ha extendido desde que se introdujera en los años 80 gracias a su carácter más pacífico que las abejas, su mayor actividad a bajas temperaturas o luz solar y a a su tendencia a no alejarse de la colmena.




El segundo es el género Xylocopa, más conocidos como abejorros carpinteros o cigarrones. Se distinguen de los anteriores por presentar colores más oscuros y un abdomen desprovisto de pelo. Son especies de hábitos solitarios, aunque pueden verse individuos viviendo cerca unos a otros. Sin embargo la relación entre ellos es nula y tan sólo existe un cierto grado de colaboración entre madre e hijas. Al llegar el otoño reinas y machos hibernan para emerger en torno a abril y mayo. En ese momento se desplazan en busca de pareja y alimento, por lo qu se las puede ver volando entre las flores, muchas veces copulando. Las reinas grávidas (ya fecundadas) excavan galerías paralelas con un único orificio de salida en los troncos de los árboles o grandes piezas de madera gracias a sus potentes mandíbulas. Después las dividen en cámaras de cría mediante tabiques que construyen con los restos de serrín y saliva, de hasta 5mm de grosor. En cada una de estas cámaras almacenan una bola de néctar y polen, encima de la cual ponen un único huevo. Cada larva se desarrolla separada de sus hermanas. Abandonan el nido a finales de verano, con el tamaño máximo alcanzado, y buscan un lugar para hibernar hasta el siguiente año.


En todas estas especies las hembras poseen un aguijón, que originalmente es un órgano preparado para la puesta de huevos que ha evolucionado para la defensa y está conectado a una glándula de veneno. Sin embargo las picaduras son muy raras ya que muestran un carácter tranquilo y pacífico si no se les manipula de forma brusca.


Bombus sp


Xylocopa violacea
Xylocopa violacea en cópula
Bombus sp

Bombus sp
Bombus sp
   
Xylocopa sp

Xylocopa sp


Bombus terrestris

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