lunes, 16 de mayo de 2011

Reptiles españoles: camaleón común

Si preguntas a la gente en la calle sobre qué reptiles ibéricos conoce, pocos podrán decir más de 3 o 4 especies. Sin embargo, en el territorio Español, tanto la Península como las Islas, existen más de 50 especies diferentes. Algunas de ellas son bien conocidas como la Salamanquesa, ciertas especies de lagartija o, incluso, las víboras; pero los reptiles son animales tímidos y escurridizos y la mayoría de ellos son difíciles de encontrar en un paseo por zonas cercanas a los núcleos urbanos.


 Uno de estos animales y un gran desconocido para la mayor parte de los Españoles es el camaleón común (Chamaeleo chamaeleon). A pesar de ser un animal diurno, a diferencia de otros muchos reptiles, su gran capacidad de camuflarse le hace casi invisible para el ojo humano. Habita principalmente en zonas costeras y secas, con altas temperaturas en verano e inviernos suaves, aunque se extiende desde el nivel del mar hasta los 900 metros de altitud. Es frecuente encontrarlo en la zona de Murcia y Andalucía, donde abunda dentro de las áreas protegidas. Mide hasta 25 centímetros y tiene unos potentes dedos prensiles, provistos de uñas, que le permiten escalar todo tipo de vegetación. La cola le ayuda también en esta tarea, permitiéndole arragarse a ramas al desplazarse. Es lógico pensar, por su diseño, que se trata de un animal arborícola. Debido a esto en el suelo es un animal torpe, presa fácil de muchos depredadores.


Posee un cuerpo aplanado lateralmente, que puede hinchar y desinchar de forma voluntaria. En la cabeza presenta una cresta dura o casco y dos ojos grandes y prominentes, con movimiento individual, que le permiten rastrear su alrededor en busca de posibles presas. Debido a la importancia de la vista para este animal, estos órganos estan protegidos por un párpado rígido que deja únicamente una pequeña abertura. Presenta un color verdoso-grisáceo, que puede matizar según su estado de ánimo y en función del ambiente, como medio de camuflaje para su defensa.


 Su alimentación es estrictamente insectívora. Poseen una lengua de gran longitud, retráctil y pegajosa con la que capturan todo tipo de insectos, a los que esperan camuflados en la vegetación. A la vez la especie es presa de diversas aves y roedores.


Los machos y las hembras presentan dimorfismo sexual. Los machos tienen un casco de mayor tamaño y la cola más larga mientras que las hembras suelen ser más grandes y robustas. La época de celo se sitúa entre julio y septiembre, momento en que los machos se vuelven muy agresivos con sus congéneres. Durante la cópula los machos mantienen inmovilizada a la hembra mordiéndola. Una vez preñada la hembra exhibe una coloración fácilmente reconocible, con un punteado amarillo. Para la puesta la hembra escoge un lugar húmedo y soleado, normalmente entre las raíces de algún arbusto. Gracias a sus fuertes extremidades excava un agujero de hasta 50cm, donde pone entre 6 y 24 huevos blancos de unos 17x11cm. Una vez realizada la puesta vuelve a tapar el agujero de forma que el nido quede disimulado. Las crías nace tras un período de incubación de 258-366 días.


Debido al desconocimiento de la existencia de camaleones autóctonos en España, mucha gente que los encuentra los atrapa, pensando que se trata de una mascota extraviada o abandonada. Ésto, a lo que se suma las personas que los capturan por capricho, a la destrucción de su hábitat y a la alteración de sus épocas de reproducción por coincidencia con el perído de vacaciones, ha hecho que la población de camaleones se considere en algunas zonas como vulnerable. Si encuentras un ejemplar limítate a observarle sin molestar, si quieres mantener un camaleón como mascota existen diversas especies exóticas de vistosos colores y formas, adaptadas a la cautividad.